Sabiendo que el invierno se va moribundo por caminos de sequedad y flores,
recuerdo que toda la música que tuve este invierno vino de la presencia mágica del amor.
Del amor que no se hizo, ni se hará , del amor sospecha, del amor -silencio,
mirada rincón complice
del amor palomar magnolio de todo el amor miedo que he perdido
del silencio amor que no fue,
decir palabras en amores que vienen y se acomodan en mi cerebro,
a veces en mi sexo,
a veces en la ilusión que menseñaron femenina y virtuosa.
Sabiendo que el amor se va y que quizás no vuelva,
sabiendo mi carisma es leve leve casi increíble de suponer
que mi rostro tiene profundidades que nadie quiere ver, y, son dolorosas de ver;
que quizás no vuelva a la soledad de siempre en la que todos habitamos
ya no tengo en soledad ni en compañía el suspiro leve
que pertenece tranquilo
abrumada de suspiros bajé a la superficie y aquí estoy:
sabiendo que si el invierno se va no siempre llega la primavera.
Publicado en "Antologia de nueva poesia femenina chilena", selección de Juan Villegas, 1985.
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